miércoles, 10 de noviembre de 2010

Semillero de Escritores

Por Rut N. Tellado Domenech / rtellado@elnuevodia.com

En el salón de tercer grado de la Escuela Eugenio González, en el barrio Guaniquillas de Aguada, el silencio es impresionante.

El aula no está vacía. Por el contrario, unos 20 alumnos trabajan con afán en corregir y mejorar los borradores de lo que se convertirá en un libro. Sí, en un ejemplar de carpeta dura escrito por los niños sobre el tema que escogieron ellos mismos, guiados por su maestra, Diane Negrón.

“Este proyecto es bien significativo para los estudiantes porque sienten que trabajan por un fin, que es la publicación del libro”, explicó Negrón sobre el proyecto “Escritores Aguadeños”.

La iniciativa, contó la maestra, nació durante el año escolar 2008-09 con la publicación del libro “Un boricua en el espacio”, dedicado al astronauta puertorriqueño Joseph Acabá. Desde entonces, lo hace cada año escolar con su grupo de tercer grado.

“Es un proyecto a largo plazo. Se comienza en agosto y publica en marzo”, dijo Negrón. Al inicio de cada año escolar, ella se pone en contacto con la editorial estadounidense Studentreasures, que sin costo alguno le envía un paquete con lo necesario para comenzar a trabajar en el libro.

Cada niño hace un dibujo y escribe a lápiz una página sobre el tema escogido, que este año es “Así soy yo”. “Cada 15 días ellos trabajan en el borrador, o en su dibujo. Se les entrega un papel nuevo cada vez para que corrijan los errores y mejoren su letra”, indicó la maestra.

“El último borrador es el que se envía a publicar. Es su primera experiencia escribiendo con bolígrafo”, puntualizó. Luego, ella manda los textos y dibujos compaginados a la editorial, que envía de vuelta un ejemplar encuadernado gratis para el plantel. Los padres deben comprar los ejemplares de sus chicos.

“Me gusta porque puedo dibujar, colorear y escribir sobre cómo soy yo”, dijo sobre el proyecto Yamil Pérez, estudiante de tercer grado.

Su compañera de clases Coral Acevedo, asegura que “nos divertimos haciendo el libro”. “Aprendo de mis amigos cuando leo las páginas que ellos hicieron”, añadió.

Al enterarse de que El Nuevo Día estaba en el plantel, Diego Acevedo, quien cursa el quinto grado, quiso hablar sobre lo que significó para él haber participado hace dos años en la redacción del libro “Un boricua en el espacio”. “Me gustó hacer algo diferente y que nunca había hecho, un libro”, contó el niño. “Lo tengo en casa de recuerdo, para recordar que hice ese libro con mucho amor”.

Para la maestra, esta iniciativa le sirve para mantenerlos motivados hacia la lectura y la escritura. “Ellos quieren que su escritura quede bien. Crean conciencia de que hay una ortografía que es la correcta. No les molestan las correcciones porque saben que es para un fin, una publicación hecha por ellos”, concluyó Negrón.

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